Esofagitis
Esofagitis
Frecuentemente asociado al reflujo gastroesofágico, la esofagitis se manifiesta por una inflamación de la mucosa
del esófago, que puede ser aguda o crónica, ligera
o severa.
En el presente artículo
explicaremos los principales síntomas, el diagnóstico y el tratamiento de esta
patología, que puede tener diferentes causas.
¿Qué es una esofagitis?
Una esofagitis (aguda o crónica)
representa el conjunto de las lesiones inflamatorias de la mucosa del esófago.
Es la mayoría de las veces secundaria al reflujo
gastroesofágico, aunque otras causas pueden ser la responsable de esta
patología.
La esofagitis péptica
Presente en la mayoría de los
casos de esofagitis y resulta de la acción corrosiva de los jugos gástricos del
reflujo gastroesofágico en la mucosa del esófago.
Síntomas
La esofagitis péptica se
manifiesta por los síntomas siguientes:
Dolores epigástricos altos (región superior
del abdomen).
Regurgitación ácida.
Sensación de ardor que parten de la boca del
estómago y suben hacia la boca.
Disnea (dificultad respiratoria) intermitente y dolorosa.
Diagnóstico
Se basa en la endoscopia digestiva alta, que permite
determinar la importancia y la extensión de las
lesiones, según la clasificación de Savary-Miller (ligero, severo y
complicado).
Otros exámenes pueden ser contemplados:
Biopsia.
Manometría (medida de la presión del esfínter inferior del esófago).
pHmetría: determinación de la importancia
del reflujo ácido por medición del pH esofágico.
Tratamiento
Tiene como objetivo aliviar los síntomas
(disminuir el reflujo), ayudar a la cicatrización de las lesiones y de
prevenir el riesgo de recidiva.
Se basa a la vez en un cambio de hábito
dietético y nutricional y en la toma de ciertos medicamentos que acompañan el
tratamiento del reflujo gastroesofágico:
Reducción del sobrepeso si llega el caso.
Supresión del tabaco, del alcohol y
de las bebidas gaseosas.
Antiacidos (Emulsiones de sales de aluminio y de magnesio).
Los antisecretores gástricos.
Los inhibidores de la bomba de protones son prescritos en
menores dosis en caso de esofagitis no severa y en dosis completas en caso de
ser severa.
La cirugía es propuesta en caso de esofagitis
severa, resistente al tratamiento médico y en caso de complicación hemorrágica.
Otros tipos de esofagitis
Esofagitis cáustica: quemadura del esófago debido
a la ingestión de una solución ácida o
básica.
Esofagitis eosinofílica: debido
a la presencia de cantidades anormales de polinucleares eosinófilos (tipos de
glóbulos blancos) en el esófago.
Esofagitis post-radioterapia: ardor secundario a una
radioterapia local, para el tratamiento de un cáncer.
Esofagitis medicamentosa: lesiones consecutivas a la toma
prolongada de un medicamento.
Esofagitis infecciosa: infección por una
seta microscópica (candidiasis esofágica) o por el virus del herpes simplex de
tipo 1 (HSV1).
Complicaciones eventuales
No tratada, una esofagitis puede en ciertos casos
evolucionar en estenosis (reducción del conducto esofágico), con
diferentes complicaciones posibles como una anemia o una hemorragia digestiva.
En todos los casos, consulte con un médico
rápidamente desde la aparición de los síntomas.
Bibliografía
“Esofagitis - Síntomas, diagnóstico y tratamiento.” CCM Salud, salud.ccm.net/faq/6446-esofagitis-sintomas-diagnostico-y-tratamiento.
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